Este blog tiene una doble función: por un lado, me gustaría que me sirviese a mi de aprendizaje. Por otro, trato de compartir algunos conocimientos relacionados con los perros para quien le pueda interesar.

No pretende ser una guía canina ni es rigurosamente científico, se trata de simplificar conceptos y transmitirlos de una forma amena para quien no esté familiarizado con este mundillo.

domingo, 14 de abril de 2013

Cómo se les quiere...

Estando en la consulta del veterinario con mis dos perras (nada preocupante, una revisión rutinaria, ya que están muy "abuelas"), un chico con un Weimaraner (o Braco de Weimar) ensangrentado ha llamado a la puerta. El pobre perro tenía una oreja hecha trizas e iba dejando un reguero de sangre a su paso.

Weimaraner como al que mordieron la oreja
Nosotras nos hemos salido de nuevo a la sala de espera para que le pudiesen tratar lo antes posible. Allí estaba un señor mayor con una preciosa Basset Hound de cara lánguida y orejas interminables, que esperaba pacientemente a que en el veterinario tuvieran un hueco sin cita porque "notaba a su perra algo decaída". Me contó que había tenido una fuerte gastroenteritis la semana pasada y que, desde hacía un par de días, ya no tenía síntomas pero que él la notaba algo triste, aunque reconocía que quizá fuese "histeria de amo".
Basset como la que su dueño veía "algo decaída"

Diez minutos después, entraba también por la puerta una pareja con un Bulldog Francés de 4 meses en brazos, envuelto en una manta. Venían enfadados y muy preocupados por su perro porque llevaban cuatro días tratándole en la sociedad protectora de animales -donde las tarifas son más asequibles- y viendo cómo su cachorro empeoraba. Al llevar varios días sin comer ni beber, de pronto les habían dicho que lo mejor que podían hacer era irse a un veterinario privado a hacerle una ecografía de urgencia, que ellos no tenían más medios. Les habían derivado a la clínica de mi barrio pero, en ese momento, allí no había un especialista, por lo que tendrían que avisarle... Esto significa que esa ecografía les iba a costar una pasta. Su frustración era lógica porque comenzaban a experimentar en sus propias carnes que lo barato, al final, sale caro... y en el mundo del perro, aún más.
Bulldog Francés como el que estaba sin diagnosticar

Mis perras, tumbadas con la cabeza pegada al suelo y mirando hacia arriba, esperaban resignadas a que llegase su turno de nuevo, con tanta emergencia a su alrededor. Y a mi, que no tenía ninguna prisa un sábado por la mañana, tampoco me importaba esperar.

Schnauzer cachorro sanote
Una chica con un cachorro de Schnauzer miniatura negro y plata aparece por la puerta, y cuando nos giramos todos al ver al perrito en sus brazos, ella se muere de la risa. Sé reconocerlo a la legua, ésa es la felicidad de quien tiene un cachorro desde hace pocas semanas y simplemente va a ponerle las vacunas.

Un señor de mediana edad, muy serio, deja en la peluquería canina a su Westie, sucio y despeinado, e insiste al peluquero que, por favor, su perro salga "blanco y con los flecos no muy largos".
Lo que pedía el dueño del Westie era un "Corte mixto a tijera"

Bull Terrier como nuestro "Mike Tyson"
El dueño del Braco de Weimar sale un momento a rellenar un formulario. El perro que ha atacado al suyo ha sido un Bull Terrier y, aunque ya no está dentro de la lista de razas potencialmente peligrosas en Madrid (esto varía según los Ayuntamientos) sí se le puede pedir responsabilidad civil, ya que cumple con las características morfológicas que exige la normativa para tener este tipo de perro, de ahí que sea obligatorio hacerle un seguro específico. El Bull terrier es un perro con un físico y una mandíbula poderosos y, además, en este caso en concreto se trataba de un perro sordo (defecto hereditario muy común en los Bull terrier albinos), por lo que, probablemente, lo que pasó es que el perro se asustó ante la llegada imprevista del Braco de Weimar por detrás y su reacción ha sido engancharse automáticamente. Suerte que lo que pilló fue la oreja, llega a engancharse un poco más abajo, en el cuello, y a lo mejor el pobre Braco ni lo cuenta.

Bull Terrier con bozal, a lo Hannibal Lecter
Este Bull Terrier debería salir siempre con correa y con bozal, ya que es un perro potencialmente peligroso por sus características específicas (fuerza en sus mandíbulas y sordera) que, aunque esté perfectamente entrenado, le hacen tener un comportamiento mucho más imprevisible de lo normal. Sin embargo, al dueño lo más probable es que le parezca un castigo para el animal tener que sacarlo siempre con bozal, incluso en pleno monte (donde estaban), ya que respiran mucho peor y están incómodos... Sinceramente, yo también le entiendo.

Pero la tragedia ha ocurrido y ahora el dueño del Braco de Weimar tendrá que tomar medidas. La primera, el disgusto, llevar corriendo al veterinario más próximo a su perro ensangrentado, sufrir porque él sufre y perder la mañana en la sala de curas. Después, rellenar ese formulario, dando parte de la situación en la que se produjo el ataque, adjuntando la factura de la anestesia y puntos en la oreja de su perro, y comunicar al dueño del Bull Terrier que va a reclamar a su seguro.

Me comentaban allí que, si el dueño del Bull Terrier es inteligente, lo mejor será que pague en efectivo directamente esa factura al dueño del Braco, ya que si mete al seguro lo más probable es que desde la aseguradora le den un primer aviso y, en caso de repetirse esta situación (o no ser ésta la primera vez), pueden incluso echarle de la póliza. Y si no puede cubrirle un seguro, no tendría derecho a tener a su perro. Aquí la normativa hace que yo me pierda: ¿cómo es posible que sea obligatorio asegurar a tu perro pero que la aseguradora pueda negarse a asegurarte? ¿No estamos entonces fomentando que estos perros terminen saliendo de sus casas para acabar en las perreras o abandonados por ahí...?

Mis dos abuelillas-alfombra
Por fin me tocó a mi de vuelta a la consulta. Un par de pinchazos, unas galletas, unas pastillas para desparasitación, una analítica que dio negativo y listas. ITV pasada.

Pero me fui pensando en el universo paralelo que allí se había creado, donde un jubilado se preocupaba en exceso por su Basset, una pareja cuidaba de su Bulldog Francés en brazos como si fuera un bebé, un chico sufría porque a su perro le habían mordido, todos pensábamos en lo malo que sería el perro que atacó, al que ni habíamos visto, un señor estaba francamente preocupado por el look de su Westie -en teoría, blanco-, una dueña feliz enseñaba orgullosa a su nuevo cachorro y yo, que observaba todo junto a mis dos Labradores ancianitas, desde la distancia que dan los años.

Allí estábamos más de media docena de dueños, preocupados por nuestros perros en muy distintas situaciones. Y todo se podría resumir con esa frase tan manida que todos hemos dicho una vez: "Cómo se les quiere, ¿eh?"

10 comentarios:

  1. Qué te voy a contar... 2 años estuvimos viendo a Simo enfermo, perdiendo peso, desesperandonos y vaciando desesperados la cuenta bancaria... Y lo volveríamos a hacer!

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  2. Bonito relato, Belen. Patri

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  3. Muy chulo el blog, lectura muy agradable para los que siempre estamos hablando de perrunos. ;)

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  4. laa personas que no tienen perro no lo pueden entender, pero se les quiere tanto como es posible querer (aunque tambien hay excepciones,ya sabeis abandono, maltrato, peleas,esos dueños si son verdaderos animales) Una frase que dijo alguien se me quedo para siempre por la verdad que contiene: Cuanto mas conozco a las personas mas quiero a mi perro.

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  5. Lo peor es la forma en la q habla de los perros esta persona clasista q escribe este relato, los perros ya sean de la raza q sean son perros y cualquiera d ellos puede engancharse, habla de los demas perros pero al bull terrier lo crucifica, q si bozal, q si atado..
    Recuerde: no es la raza, es la forma en q se cría"!

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    1. Gracias por comentar pero, realmente crees que crucifico al Bull Terrrier? Es un perro que me apasiona, quizá no me expresé bien. Lo que pasa es que en España, esta raza -junto a muchas otras- está sujeta a la legislación pertinente de cada Comunidad, por lo que sus necesidades son especiales. Claro que es el dueño el responsable, no la raza. Esa no era la cuestión, traté de expresar cómo nos preocupamos de los perros como si fueran niños a veces, quizá demasiado pero se les quiere mucho -independientemente de su pedigrí- y no podemos evitarlo.
      ¡Un saludo!

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  6. La culpa no es del perro.... Es del dueño

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