El ganador absoluto, un Carlino macho llamado "DIDIEL ANDES MUCHO CON DEMASIADO", quedó por encima del Cocker americano "HEAVENSWAY FOREVER AFTER WITH AFTERGLOW" y del Terranova "STARRY TOWN CUC-IN-CIASE-SO".
Los nombres son siempre alucinantes. Suelen hacer referencia al afijo o nombre del criador y tienen un gran componente creativo. Cuando tienes muchas camadas al año, parece que los nombres normales se van quedando pequeños y hay que buscar otros más... originales.
Pero no nos engañemos por estos detalles superficiales, estos perros son súper estrellas. No por haber ganado esta exposición, todos ellos llevan otros grandes premios a sus espaldas. Además, muchos vienen de lejos: el Carlino campeón, por ejemplo, es de Chile y el Cocker Americano ha volado desde Finlandia hasta ese podio.
Pensaréis que ha de merecer la pena el premio que se gana... pues no. No hay premio, salvo esos trofeos pequeñitos que veis en la foto. De hecho, la inscripción por cada perro cuesta alrededor de 35-45 euros. En otras competiciones sí puede haber compensación económica para el ganador, pero lo normal es llevarte como recompensa un apretón de manos, el pecho henchido de orgullo por tener al perro más perfecto y, a lo mejor, un saco de pienso gratis.
Basset Hounds y sus dueños, poniéndose al día |
Pero no traes a un perro desde el otro lado del mundo para ganar un saco de pienso. Obviamente, el participar en estas competiciones de belleza tiene otra recompensa que se esconde entre bambalinas, que se cuece en los pasillos. Las competiciones hacen la labor de Club Social, donde los dueños y criadores tienen la posibilidad de darse a conocer, de mezclar a sus perros con otros igual de buenos o mejores, conseguir cruzarlos con multicampeones y obtener camadas que puedan venderse a precio de oro. Todos los expositores de una misma raza se conocen entre ellos, se ven prácticamente todos los fines de semana del año, entre Monográficas y Exposiciones. Su recompensa (económica) dependerá de las montas que hagan sus machos y de la venta de los cachorros que nazcan después.
No todas las razas se venden como rosquillas, ni son fáciles de criar, ni gustan a todo el mundo. Por eso hay, en mi opinión, criadores con minúscula y Criadores con mayúscula.
Para los primeros, la crianza es un negocio. Ven que una raza tiene tirón comercial y se suben al carro de criar perros fáciles de vender al público general. Sus clientes quizá no sepan nada de pedigríes, ni de L.O.E., ni si un "Excelente 3º" es mejor o peor que un "Excelente 2º"... pero da igual, quieren un perro de raza y se lo pueden comprar a ellos. Cuantos más campeonatos hayan ganado los padres del cachorro, más reconocidos serán como criadores y más caros podrán vender los cachorros, aunque no sea ninguna garantía de belleza ser hijo de Campeones.
Pastor suizo |
Hay quien cría perros que rondan los 100 kg de peso, esos que no puede tener cualquiera y no se suelen ver en las ciudades. Los Mastines, los San Bernardo, los Terranova, los Montaña del Pirineo, los Gran Danés, los Leonberger, los Irish Wolfhound... son perros espectaculares, gigantescos, con dos necesidades especiales: espacio para tenerlos y dinero para mantenerlos. El dueño de un Gran Danés me contaba que en su casa pintan todos los años: las babas de su perro, cuando se sacude, llegan hasta el techo.
Mi sobrino junto a un Mastín Español |
El propietario del afijo Valle del Pisueña, criador de Mastín Español en Santander, me contaba que él se niega a vender un perro suyo a quien no disponga del terreno que estos necesitan: un Mastín no puede vivir en un piso en la ciudad por muchas razones, y la primera es su salud.
El Criador (con mayúscula) no cría por dinero, lo hace por amor. Cada cruce que realiza es fruto del estudio y del deseo de mejorar su línea de sangre. Saben que los cachorros pueden no ser fáciles de vender, pero eso no les motiva a cambiar de raza a otra más rentable o abaratar costes para sacar más beneficio. Ser Criador no es un trabajo en sí mismo, es más bien un hobby muy caro: la mayoría se dedican también a otras cosas para poder llegar a fin de mes. Ser Criador es mucho más difícil de lo que parece: es dedicar tu vida a estudiar una determinada raza y mejorarla en la medida que esté en tu mano, interpretando los pedigríes, investigando factores genéticos a tener en cuenta y logrando que tus camadas tengan el menor número posible de defectos y todas las garantías.
Abrazo de Gran Danés |