Este blog tiene una doble función: por un lado, me gustaría que me sirviese a mi de aprendizaje. Por otro, trato de compartir algunos conocimientos relacionados con los perros para quien le pueda interesar.

No pretende ser una guía canina ni es rigurosamente científico, se trata de simplificar conceptos y transmitirlos de una forma amena para quien no esté familiarizado con este mundillo.

domingo, 27 de julio de 2014

No hay huevos

Dentro de la Humane Society of Greater Miami, hay un centro veterinario. Sus servicios se dividen en dos áreas: la parte dedicada a los perros que, posteriormente, serán adoptados y, por otra parte, existen unos servicios de bajo coste para las familias que ya tienen un perro y quieren gastar lo menos posible en el veterinario.

Cada vez que entra un perro o un gato nuevo en el refugio, pasa por el hospital. Se le examina, pasa por un periodo de cuarentena para evitar que contagie enfermedades al recinto donde están el resto de perros "adoptables" y, lo más importante de todo, se le castra o esteriliza. Hasta aquí, todo normal: la mayoría de los refugios y protectoras en España, a día de hoy, también hacen esto mismo.

La diferencia está en los particulares. Quiero decir, en la cantidad de particulares que llevan a sus perros y gatos a someterse a la cirugía necesaria para no poder criar con ellos. En la Humane Society, los precios son imbatibles: cobran unos 30 dólares por cada esterilización / castración de perro y tan sólo 15 dólares en el caso de los gatos.


Creo recordar que yo pagué unos 200 ó 300 euros por cada una de las esterilizaciones de mis perras (que es, aproximadamente, lo mismo que te cuesta aquí en una clínica privada), y entiendo que el coste de esta cirugía pueda suponer un freno para aquellos dueños que no estén 100% convencidos. De ahí que existan este tipo de campañas: evitando la excusa del alto coste, consigues que más dueños se animen a esterilizar a sus mascotas.
De esta manera, en una misma mañana se pueden operar a más de 50 perros y gatos en la Humane Society, contando con tan sólo 2 veterinarios.

Porque, aquí, la gente está mucho más concienciada de que la esterilización es la mejor opción. Según llevas a un cachorro por primera vez a la consulta del veterinario, ya te van informando de lo que te costará operarle, independientemente de que sea macho o hembra. Si no eres criador profesional, es la opción más responsable, evitando que tu perro genere más cachorros que puedan ser abandonados o, lo que es lo mismo, vendidos o regalados a familias que terminarán queriendo deshacerse de ellos en algún momento futuro.

No me sorprende que, en España, la esterilización de las perras esté ampliamente más aceptada que la castración de los machos. Aún quedan muchos pensamientos retrógrados de dueños que se resisten a castrar a sus machos porque "les amariconas" o "no se pueden realizar en la vida" o "son menos machos". No, los perros no se van a sentir más realizados cruzándose una vez en la vida: son animales y su necesidad de aparearse responde exclusivamente a su testosterona. Castrando a tu perro macho, evitas que se escape, evitas que marque compulsivamente territorio, que aúlle o sufra por no poder seguir el rastro de una hembra en celo… Evitas también -en muchos casos- peleas en el parque con otros machos, y puedes incluso evitar algunos casos de cáncer en el futuro.

Las hembras nos lo ponen más fácil a los humanos ya que, esterilizándolas, evitas el incómodo celo que todas las razas (salvo el Basenji) tienen dos veces al año, con sus correspondientes inconvenientes para sus dueños: no puedes sacarlas al parque porque todos tus vecinos perros se vuelven locos, manchan y pueden estar irascibles. Además, muchas hembras "adoptan" juguetes después del celo, creando en su mente una preñez psicológica por la que pueden caer en una profunda tristeza y producir incluso leche en sus mamas. Esterilizando a tu perra antes de que esto ocurra evitas, en gran medida, el cáncer de mama, que es el tipo de cáncer más común en perros.

En el caso de los machos, no está tan claro que la castración evite tantas enfermedades y, encima, no tienen ese celo que suponga una molestia a sus humanos. Pero es una cirugía muy sencilla que rara vez supone complicaciones: ganan las ventajas respecto a los inconvenientes. Y, sobre todo, aquí se hace habitualmente por pura responsabilidad, sin pensárselo tanto, sin "sufrir" -como en España- por el devenir de los testículos de tu perro como si fueran los tuyos propios.

No por tener un perro macho muy bonito de pura raza es buena idea cruzarlo. Insisto, como siempre: dejemos la crianza a los profesionales. A aquellos que estudian las líneas genéticas y valoran si es conveniente, o no, reproducir a un determinado macho con una determinada hembra. A aquellos que pretenden mejorar la raza y no, simplemente, generar más cachorros "para quedarse con uno" o "para vivir la experiencia" o "para regalárselo a mi prima". Y, si no vas a criar con él, asegúrate de que tu perro no vaya a escapar siguiendo el rastro de una hembra en celo y la liemos. No por castrar a tu perro eres mala persona. Al contrario, puede que -sin saberlo- aportes tu granito de arena a la eterna lucha contra la superpoblación y abandono de animales. Pero, para eso, hay que asumir que, castrando a tu macho, no vas a provocar en él ningún problema de identidad sexual, ni va a ser menos macho por ello.  Y, en muchos casos, son los dueños los que no tienen huevos.


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