En España, no tanto. Pero en otros lugares (sobre todo en países anglosajones) se lleva viendo, desde los años 70, una "evolución" de determinadas razas hacia el mestizaje con otras.
Es decir, tú tienes un Cocker, tu vecina tiene una Yorkie, decidimos cruzarlos a ver qué pasa. A los cachorros que surgen de este cruce, en España, de toda la vida, los hemos llamado "chuchos". Pones un anuncio diciendo que los regalas y, si tienes suerte, los colocas pronto a todos. Sin embargo, en EE.UU., hablan de una nueva raza: el Corkie. Y he visto anuncios en Internet que piden por ellos unos mil dólares.
La idea inicial era buena: en Australia, buscando una raza adecuada para que los invidentes que fuesen alérgicos pudiesen también tener un perro guía, cruzaron un Caniche (o Poodle) Gigante con un Labrador. Ambas razas son muy obedientes. El Caniche tiene pelo rizado, considerado como hipoalergénico y es, posiblemente, el perro más inteligente del mundo. El Labrador, por su parte, aportaba ese carácter tranquilo y adaptable que lo hace ideal para ser Lazarillo. El experimento fue un éxito: de las primeras camadas, 29 de 31 cachorros fueron perfectamente aptos para ser perros guía. A esta mezcla la llamaron, uniendo ambos nombres, Labradoodle.
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Poodle / Caniche Gigante + Labrador retriever = Labradoodle |
Sin embargo, no puedo evitar pensar que las razas están para ser mantenidas en el tiempo tal y como son, sin desvirtuarlas. Es como cuando la Real Academia Española, el verano pasado, aceptó en su Diccionario de la Lengua, entre otros "palabros", el término Espanglish, dotándolo del siguiente significado: "Modalidad del habla de algunos grupos hispanos de EE.UU. en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés".
O sea que hablando Espanglish no estás hablando bien ni el Español ni el Inglés.
Y teniendo un Labradoodle no tienes ni un Labrador ni un Poodle, se pongan como se pongan.
Además, la creación de nuevas "razas" ha ido in crescendo y ya sin motivos de peso como podía ser el caso del Labradoodle. Ahora también existen los Puggles (Pug con Beagle), Yorkiepoos (Yorkshire con caniche), Maltipoms (Maltés con Pomerania), Snorkies (Schnauzer con Yorkshire), y muchos otros. Como veréis, la mayoría son cruces de perros de compañía pequeños y se venden como "algo diferente".
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Schnauzer mini + Yorkshire Terrier = Snorki |
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Yorkshire Terrier + Caniche / Poodle miniatura = Yorkipoo |
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Pomerania + Maltés = Maltipom |
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Carlino / Pug + Beagle = Puggle |
Los profesionales (americanos) que se dedican a criar estos cruces, además están haciendo caja porque, como no son "chuchos", sino "perros de diseño", las personas que compran estos cachorros están dispuestas a pagar entre un 25% y un 50% más. Dicen que sacan las bondades de ambas razas y que estos perros son menos propensos a enfermar que los cachorros de pura sangre.
Los albergues de nuestro país están llenos de perros cruzados y, efectivamente, un mestizo es mucho más resistente o tiene menos problemas de salud congénitos que un pura raza. Quizá lo que nos falla a los españoles es, como siempre, el marketing, y si "vendiésemos" a los preciosos cruces de Labrador Retriever y Galgo Español que abundan en busca de un hogar como LabraGalgos, quizá nos los quitasen de las manos.